Deja que las hormigas recorran tu cuerpo y te devoren, que las mariposas nazcan en tu estomago y vuelen hasta salir por tu boca.

26.2.13

confieso.

No soy nada religiosa,
no creo que haya un dios todo poderoso
dibujando la vida de miles de personas,
decidiendo lo que esta bien o mal en esta vida
y mucho menos que su representante sea un hombre
cubierto de oro.
Pero lo que si creo es que hay que creer en algo,
lo que si entiendo es que haya personas que sientan
la necesidad de ir a confesarse a una iglesia.
Mi iglesia es este folio imaginario y
aqui vengo a confesarme de mis pecados;
que no es otro que quererla a ella de esta forma
tan dolorosa y placentera.
 -Sal y azúcar en el paladar de la vida-
Mi pecado no es otro que dejarme llevar,
que amarrarme a su cuerpo
y entenderla haga lo que haga.
Es querer secar el mar para que de sus
ojos no caiga llanto ninguno.
Dejar que el silencio hable y nos narre la verdad
que tanto duele en sus manos.
Es cerrar los ojos y olvidar,
dejar que sus manos abran mis heridas y las cierren.
que su boca olvide y la mia recuerde.




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