mirame

Por favor,
si a cada día,
de cada hora,
de cada segundo,
no vas a mirarme de la misma forma,
no me mires.
Porque mueren margaritas a mis manos,
y me siento una asesina.
Porque dudo y tiemblo
a la vez que me devora el miedo.
No te acostumbres a mirarme,
a cada día,
de cada hora,
de cada segundo,
no te acostumbres a mis ojos marrones, por favor.
Espero que veas cada vez que me mires
algo nuevo, algo que te recorra el cuerpo,
que te inunde y te ahoge las pupilas.

algo 

que no sea la vida que llevamos pegada

a la suela de los pies.