los monstruos de debajo de mi cama.

Tengo agua en los pulmones, un sin sentido de razones oxigenadas con poco aire, hoy el cielo no es azul, se torna  gris igual q mil veranos escondidos, hoy por hoy todo se transgiversa, tus palabras con las mías, tu silencio al medio día. Hay palabras resbalándose por la comisura de mis labios, queriendo salir alborotadas para ver cual llega antes a tus oídos, pero yo no las dejo. La ansiedad se refleja en el tintineo de mis pestañas y en mi entrecortada respiración. La cabeza ya hace tiempo q dejo de razonar las razones que me nublan el pensamiento, mi mente esta plagada de parásitos que no me dejan pensar con claridad. Todos los días pienso… ¡hoy no es un buen día para pensar! y así sucesivamente va pasando lunes, martes, miércoles y el resto de la semana. Me gusta esconderme de los monstruos de debajo de mi cama, aquellos que saben mis miedos, mis inquietudes y que no tienen pudor por escupírmelos a la cara.

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