Seguramente me vaya un día de aquí
y el mundo siga igual de triste.
Y es que es tan triste la vida,
que yo qué voy a decirte!
mis pisadas se borraran cuando
otros recorran mi camino,
pensarán quizás
lo que yo tuve en mente,
mientras anduve con los ojos
fijos en el objetivo.
Solo unos ojos tan grandes
me hicieron ver el camino.
miramos pero no vemos.
Andamos y no llegamos
hasta que no nos tiran
de las manos.
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