Deja que las hormigas recorran tu cuerpo y te devoren, que las mariposas nazcan en tu estomago y vuelen hasta salir por tu boca.

14.10.12

Detrás de su mirada no hay un mundo sino dos

Conformarnos no era algo que pudiesemos hacer.
era contranatura, nos lo impedia nuestro código genético.
Si lo hubiesemos hecho, hubiesemos muerto de tristeza
en el mismo momento de fallarnos a nosotras mismas.
Por eso sentir la embriagadez de su alma no tenía
comparación con nada terrenal que se pudiera palpar
con las manos.
Soló me hacia falta ese color de ojos tan común,
para saber que lo que verdaderamente importaba
estaba detrás de sus pupilas.
Que aquel brillo tenía que venir de otro lugar,
otro lugar donde este mundo se quedara pequeño.


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